plasmando la realidad
Porque una foto puede cambiar opiniones…
Intuyo, enfoco, espero, soy paciente, respiro… y disparo plasmando emociones, expresiones, gestos, detalles y sutilezas, que conectan con el espectador y resuenan, o incluso impactan. Aunque no pretendo impactar, si no ‘solo’ trasladar con pureza y honestidad, lo que está pasando, sin filtros, sin forzar nada. Siempre buscado lo efímero, lo espontáneo, la reacción que provoca aquello que la mayoría enfoca.
Me apasiona explicar historias de las experiencias humanas mediante la fotografía. Disfruto enfocándome en temas políticos y sobretodo en los movimientos sociales contemporáneos. Siento que es una aportación que ayuda a comprender la compleja realidad de este mundo.
Siento un gran responsabilidad y compromiso en un periodismo digno, tanto en el fondo con en la forma. Porque una foto es un input que puede cambiar opiniones, generar emociones, interpelar o reforzar actitudes, así que mi ética fotoperiodística se basa en la humildad de sentirme empático con el espectador.
Siembro reflexión, como arma para la manipulación periodística de la que, en muchos casos, se nos alimenta y se nos programa. Detesto la intencionalidad de las fotos que muchas veces vemos en portadas. Mi objetivo es poder trasladar lo neutro para que cada uno lo interprete con las gafas que más le convenga, sin sesgar, ni condicionar o forzar.